Se trata de una provincia biogeográfica exclusiva de Argentina. Abarca una extensa superficie por el oeste de nuestro país hasta el norte de la Patagonia: desde el Valle de Santa María en Salta, se continúa por el centro de Catamarca y La Rioja, el centro y el este de San Juan y Mendoza, el sector vecino del oeste de San Luis, centro y este de Neuquén, oeste y parte del centro de La Pampa, centro y este de Río Negro, hasta el nordeste de Chubut (excepto la Península de Valdés).
Ocupa relieves de diversos tipos: llanuras, bolsones, laderas de montañas, mesetas. El clima es seco con precipitaciones escasas estacionales: cálido con lluvias estivales en la mitad norte, fresco con lluvias en invierno y primavera en la mitad sur.
La comunidad vegetal característica es la estepa arbustiva, con predominio de arbustos, y con presencia de suelo desnudo. Los bosques están cerca de los pocos ríos existentes. Existen especies como la jarilla, el retamo y varias formas de algarrobos arbustivos. En los bosques predomina el algarrobo, sauce, maitén o arca. En el verano se cubre de herbáceas efímeras.Entre estas formaciones quedan grandes manchones de suelo desnudo. En las partes más altas aparecen pastizales de altura que son aprovechados para la ganadería.
La fauna incluye numerosos roedores, como la mará, la vizcacha de la sierra, el cuis y el tuco-tuco, y otros mamíferos como la comadreja overa, el zorro, el hurón y el gato de los pajonales.
Tradicionalmente, el monte ha sido explotado mediante diversas actividades, como la extracción de leña (que eliminó gran parte de la cobertura vegetal), la cría de ganado caprino (que come los pastos al ras del suelo y deteriora la vegetación por el pisoteo) y la caza de animales silvestres. Esto condujo a su deterioro y afectó las potencialidades de uso.
El jarillal es sin duda una de las formaciones más típicas del Monte, por su abundancia y su constancia a lo largo de toda su extensión.
Areas Protegidas
El Monte ofrece, al igual que otros desiertos del mundo, impactantes escenarios naturales. Estas áreas merecen ser priorizadas para preservar muestras del Monte con sus especies típicas, y dado que resultan valores reconocidos tras los cuales se pueden aún resguardar amplios sectores silvestres poco alterados. A su vez, las áreas mencionadas son yacimientos paleontológicos de trascendencia mundial. Dos parques nacionales resguardan estos sitios: Talampaya y Sierra de las Quijadas; Ischigualasto es parque provincial.
El Parque Nacional Lihue Calel conserva una muestra del monte meridional, con sus comunidades más típicas.
Los bosques de algarrobos y sauces y los ambientes acuáticos del Monte, ambos originalmente puntuales han sido históricamente muy modificados por el hombre.