Imaginemos que si se toma una pelota de fútbol y se pretende que es la tierra y se pinta ligeramente con un pulverizador, la delgada emulsión de pigmento que cubre la superficie, es diez veces más gruesa, relativamente hablando, que la banda de vida que sostiene nuestra existencia en el planeta.
Solo una pequeña parte de la tierra está habitada por seres vivos: la superficie, los mares, los primeros 8 kilómetros de la atmósfera desde el suelo y unos mil metros bajo nuestros pies. Esta delgada capa del planeta es lo que llamamos biosfera.
Según los registros científicos, la vida sobre la Tierra existe desde hace aproximadamente 3.900 millones de años.
Desde el momento en que aparecen los seres vivos en el planeta, tanto ellos mismos como el aire, el agua y la tierra están cambiando lenta pero constantemente.