Tipos de suelo
El suelo es una compleja mezcla de material rocoso fresco y erosionado, de minerales disueltos y redepositados, y de restos en otro tiempo vivas. Estos componentes son mezclados por la construcción de madrigueras de los animales, la presión de las raíces de las plantas y el movimiento del agua subterránea. El tipo de suelo, su composición química y la naturaleza de su origen orgánico son importantes para la agricultura y, por lo tanto, para nuestras vidas.
Existen muchos tipos de suelos, dependiendo de la textura que posean. Se define textura como el porcentaje de arena, limo y arcilla que contiene el suelo y ésta determina el tipo de suelo que será.
Suelo arenoso es ligero y filtra el agua rápidamente. Tiene baja materia orgánica por lo que no es muy fértil.
Un suelo arcilloso es un terreno pesado que no filtra casi el agua. Es pegajoso, plástico en estado húmedo y posee muchos nutrientes y materia orgánica.
Un suelo limoso es estéril, pedregoso y filtra el agua con rapidez. La materia orgánica que contiene se descompone muy rápido.
La combinatoria de estos tres elementos da como resultado 14 tipos de suelos .
Horizontes de suelo
El suelo es la base que sustenta la vida en la tierra. De allí extraen las plantas los nutrientes necesarios para vivir. La composición de las distintas capas afecta directamente el tipo de vegetación que crece en cada región.
El suelo forma una serie de capas. Su secuencia se llama perfil del suelo. Las capas, también llamadas horizontes, muestran todo lo que interviene en la configuración de un suelo, desde la descomposición de las rocas al aumento de la materia orgánica.
Horizonte 0, capa de humus: depósitos de material vegetal.
Horizonte A, capa superficial del suelo: orgánicamente rica, pero algunos minerales son arrastrados por el agua subterránea.
Horizonte B el subsuelo: es menos orgánico, pero rico en minerales que descienden de la capa superficial .
Horizonte C, la roca madre: se rompe y disgrega en trozos suelto y no contiene material orgánico.
Horizonte D, el lecho rocoso subyacente: el contenido mineral del suelo procede de aquí.
La profundidad del suelo depende de factores como la inclinación, que permite el arrastre de la tierra por las aguas, y la naturaleza del lecho rocoso. La piedra caliza, por ejemplo, se erosiona más que la arenisca, por lo que produce más productos de descomposición. Pero el factor más importante es el climas y el efecto erosivo de los agentes atmosféricos